Colores principales
Los colores neutros siempre serán tus mejores amigos cuando se trata de decoración.
Le dan amplitud al espacio, además de iluminarlo y, psicológicamente, favorecen el descanso.
El blanco, beige, gris (claro y oscuro) y marfil, son una base ideal para las paredes de cualquier habitación, y siempre te permitirán jugar con otras tonalidades para darle ese acento decorativo, ya sea en el mobiliario, la ropa de cama o con alguna obra de arte que decidas colocar. Estos colores son reconocidos psicológicamente como tranquilizantes, así que no te quitarán el sueño por las noches, ¡todo lo contrario!
Los llamados “colores pastel” también son excelentes como color principal para una habitación de soltero. Los azules, verdes, rosas y lavandas pastel se asocian con la suavidad, relajación y serenidad, todo lo que uno desea al llegar a casa después de un largo día.
Colores auxiliares
Si quieres darle algunos toques de color más intensos, puedes utilizarlos en menor grado, ya que crean un gran contraste y le dan fuerza al espacio, incluso al utilizarse en artículos más pequeños o simples detalles decorativos.
Los azules, verdes, rosas y lavandas pastel se asocian con la suavidad, relajación y serenidad, todo lo que uno desea al llegar a casa después de un largo día.
El azul crea armonía y tranquilidad, aunque al ser un color frío, debe acompañarse de una iluminación cálida, para contrastar.
El verde es conocido por ser un color relajante se asocia con la renovación, algo que va muy bien con el ambiente de un dormitorio.
El violeta genera tranquilidad y favorece la creatividad, además de ayudar a disminuir el estrés.
El rojo está asociado con el amor y la pasión, y al ser un color estimulante, se recomienda siempre en pequeños detalles, ¡nunca para una habitación entera!
El naranja transmite calidez y energía, aunque debe utilizarse siempre en espacios amplios y con mucha luz, ya que puede resultar un poco agobiante en grandes cantidades.
El amarillo transmite luminosidad y optimismo, así que utilizarlo puede traerte más de una sonrisa.
El gris evoca equilibrio y sofisticación, así que para un dormitorio más sobrio… es ideal.
El negro simboliza elegancia y estilo, y al restar luz a la habitación, favorecerá el descanso.
El rosa suele relacionarse con la ternura y la femineidad, y es una forma de crear un ambiente cargado de delicadeza, pero con personalidad.
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